miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ayudá a un niño con un solo click

Ayer vi en Facebook un grupo que decía; “Ayudá a un niño con un solo click”, y me conmoví, realmente: ¿Qué estamos haciendo que no ayudamos a los niños con un solo click?

Los niños con un solo click no pueden hacer dos clicks. Los niños con un solo click no pueden entrar espontáneamente a las páginas o carpetas que quieren. Es cruel, pero si mientras están navegando, ellos ven una ventana emergente que los tienta, no pueden hacer dos clicks, porque tienen uno… ¿Qué tienen que hacer? ¿Con qué se tienen que conformar, con un triste click con el botón derecho del Mouse, para que les aparezca la opción de “Abrir”? Por dios (escribo dios con minúscula porque soy ateo), todos sabemos que un click con el botón derecho es lo mismo que quedarte con la fea del baile. Nadie quiere un click con el botón derecho, cuando lo que hacemos con ese maldito click (para luego buscar el “Abrir” entre las opciones y recién ahí hacer otro click con el botón que se la aguanta), lo podemos hacer con dos espontáneos e independientes clicks con el botón izquierdo.

A ver si podemos ver esto, los niños con un solo click, no son independientes, ellos dependen del botón derecho, y de lo que ese botón les permita hacer al momento de dar las opciones, que él, ese botón de derecha, ultra capitalista, les permita hacer.

Ok, me pueden decir que pueden entrar con “Enter”, y si, es verdad, tienen razón. Pero ¿Saben qué? Estar tranquilo en tu Mouse, y tener que ir hasta tu teclado para pulsar “Enter”, es también el símbolo hegemónico de la dependencia que no involucra a tu dedo índice.

Chicos, estar en su Mouse, y tener que ir hasta el teclado para pulsar “Enter”, es como estar en la cama con tu pareja, y tener que ir a pedirle permiso a al padre al momento de la penetración ¡Le quita espontaneidad!...

¡Los niños con un solo click, sufren esto, ellos no pueden ser espontáneos, ellos no pueden ser independientes, ellos necesitan de un agente externo para lograr cumplir sus deseos! Ponete en su lugar.

Así que, si vos, que gozas de todos los clicks que quieras gozar, apiadate y no malgastes clicks jugando jueguitos de tiros y usando tu Mouse como una pistola.

Por eso, en un rapto de solidaridad, abrí una cuenta de mail donde pueden enviar todos los clicks no perecederos que les sobren. Toda ayuda será agradecida. Piensen que no solo los clicks son necesarios, también son bienvenidos “Escape” con onda y ganas de cerrar una página al carajo, “Alt. Gr. Ctrl. Supr.” con el orgullo de terminar una relación enfermiza que te saturó la máquina. Incluso, los emoticones que alguna vez guardaste y no usás en tu Messenger.

Pensalo, apiadate, ponete en su lugar. Vos que tenés dos clicks, abrile las puertas de tu corazón (con dos clicks, obvio) a un niño con un solo click.

¡AYUDÁ A UN NIÑO CON UN SOLO CLICK! No te quedes afuera, León Gieco ya hizo una canción con esta causa.

Aquí la dirección: Yoayudoaunniñoconunsoloclickporqueelnopuedeentrarespontaneamentealapaginaqueselecantasoybuenosisisoybuenoquelopario@hotmail.com

O si no, esta que es un poco más corta pero tiene menos sentimiento:

c@hotmail.com

Gracias.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Los secretos de Batman

23 de julio.

Hoy me levanté tarde. Alfred no vino a despertarme porque está de vacaciones en Sudamérica. Extrañé que me despierte abriendo las cortinas de mi alcoba, y que me sirva en la cama mi cafecito diario con mis galletitas sin sal con queso blanco. Pero sé que está bien, y eso me pone contento. Su última postal me llegó ayer a la mañana, me contaba que la está pasando sensacional con Ronnie, su nuevo amigo de 25 años. Yo no sé con que criterio define Al la palabra amigo, pero en los últimos meses, cambió de amigo muchas veces, y dejó pululando por la mansión Wyne, un reguero de jovencitos tristes, que lloran y se lamentan ya no ser el amigo especial del papi Al, como le dicen ellos.

Me levanté tarde, de eso quería hablar. No me molestó, hoy no tenía muchos planes, solo tenía intensiones de armar un blog de Batman, con consultas online del tipo conuseling, ya que mucha gente necesita consejos o ayuda emocional, y no solo que combata villanos e injusticias a golpes de puño. Batman es un héroe íntegro. El mal, también habita en nuestras mentes.

¡Quiero un corazón contento!

23 de julio. Al atardecer.

El atardecer me pone triste. No sé por qué, pero me pone triste. Estoy sentado en el jardín, mirando el sol caer, escuchando en mi Ipod la banda de sonido de “La bella y la bestia”, una de mis películas favoritas, junto a “Tienes un email” y “Mi primer beso 2”.

Esto de bajar música de Internet es contradictorio, soy un superhéroe, un paladín de la justicia (Odio que el slogan “Paladín de la justicia” lo tenga registrado Superman). Pero es verdad, es contradictorio, y lo peor, o mejor, según como se mire, es que no me da culpa. Me gusta escribir el nombre de mi artista favorito en la pantalla de mi ordenador, y al rato tener sus mas bellas melodías en mi Ipod.

Por otro lado pienso que eso es muy parecido robar, de algún modo, y robar supuestamente no está bien. Digo, yo combato todo tipo de villanos, entre ellos ladrones. ¿Acaso bajar música no es robar? ¿No sería lo mismo que tomar un taxi y salir corriendo al momento de pagar? Seguro que si, hacer eso también está mal, ahora me pregunto; ¿El arte no es de todos? ¿Nuestros artistas, a caso no crean sus obras para que todos disfrutemos de ellas? No lo sé, espero que llegue Alfred para hablar de eso. Lo extraño.

25 de julio.

Ahora que lo pienso, en los textos anteriores quería escribir sobre mi larga estadía en la cama, pero por alguna razón no lo hice. No lo voy a hacer, porque voy a contar mi larga estadía de hoy. Estoy hecho un vago bárbaro.

Esto de que Al no me despierte con el desayuno, puedo soportarlo, soy Batman, pero, lograr hacerle caso a mi despertador, es muy difícil. Para mi cumpleaños Lucius me regaló un despertador especial construido por él mismo. Es estupendo, porque no solo tiene forma de murcielaguito, sino que también puedo programarlo para que suene con mi melodía favorita, y hasta para que proyecte en el techo de mi alcoba la señal lumínica del murciélago.

Levantarme tarde no está mal. Lo malo es que tenía cosas que hacer. Como Juanita, mi mucama mexicana, no está viniendo, tuve que limpiar toda el ala oeste de la mansión. Fue divertido, me bajé un CD de Abba y bailé toda la tarde con el escobillón. Si no estuviese tan ocupado combatiendo el mal, empezaría a tomar clases de Salsa, o de Hip Hop.

Dejo de escribir, veo en el cielo el llamado de la justicia…