Por Verónica Abdala
Convocados por Agenda Cultural, cinco jóvenes comediantes de stand up que se presentarán en el marco del festival reflexionan sobre el oficio y adelantan algunas claves de sus espectáculos. Este género urbano - que nació en Estados Unidos en los años 50 y se hizo masivo globalmente a partir de la serie Seinfeld- se afianza en la agenda teatral porteña desde hace una década. Los shows de stand up podrán verse entre el viernes 17 y el lunes 20 de junio en
“Esto es como hacer parapente, vas sintiendo por donde viene el viento y maniobrás en consecuencia. No arriesgás la vida pero es igual de adrenalínico. La clave del stand up no está en el espectáculo mismo sino en la interacción con el público, en la energía que se genera. No podés predecir lo que va a pasar antes de una función”, define Andrés Ini, comediante, cantautor y guionista, que se presentará el domingo 19 frente al público del evento que organiza el Ministerio de Cultura porteño. “Yo no planifico demasiado lo que voy a decir antes de la función. Puede surgir un tema día antes y a partir de ahí me vuelco a la improvisación, que es lo que más me divierte”, agrega el guionista que integró los equipos creativos de Show Match, Humor de primera y Este es el show.
Santiago Cánepa es alto, buen mozo y carismático. Lu suyo, asegura, pasa por contar buenas historias: “Yo escribo y lo que más me atrae es la posibilidad de subir a escena y contar esas anécdotas frente a las que casi inevitablemente reímos, porque nos ocurren a todos”, adelanta. “Una de mis obsesiones es la pareja, y en ese marco la decisión de vivir bajo un mismo techo: no hay muchos que en algún momento no se presten a ese absurdo, por eso la gente se identifica. Aunque nadie tiene la fórmula para hacer reír”. Cánepa, que es autor de cuentos, colaborador de distintos medios online y productor televisivo cuenta que en sus inicios se dedicaba a la escritura y que tiempo después se animó a actuar.
Como Ini y Cánepa, Luciano Mellera, Luciana Faistman y Denise Shira son jóvenes humoristas que se abren paso en la tradición del stand up, género ya instalado en la cartelera teatral de la ciudad, y que año a año suma cada vez más adeptos. Los cinco forman parte de la programación de esta cuarta edición del Festival Ciudad Emergente, y reconocen que en esto del stand up, la improvisación es clave, como el hecho de no tener mayores garantías a la hora de asumir el riesgo. “Estás ahí solo y de vos depende la calidad del show”. describe Mellera, que reconoce como referentes a Roberto Fontanarrosa, Wody Allen, Seinfeld y, en
Los entrevistados coinciden en que, cuando de este género se trata, el público joven es el ideal. “Hay códigos en común entre ellos y los artistas de nuestra generación, y los atrae lo décontracté de este género, el hecho de que estemos tan expuestos y sin ninguna producción”, piensa Ini. “Te ven ahí parado, solo en medio del escenario, y te prestan atención. Se identifican de inmediato, te creen porque te ven parecido y sienten que cualquiera de ellos podría estar ahí parado en tu lugar”.
Faistman, de apariencia más discreta, y Shira, una rubia exultante y atractiva, coinciden en que el hecho de ser mujeres lo hace todo más difícil, en el terreno de la comedia, aunque les atrae el desafío de vencer los prejuicios ajenos. “Erróneamente, se parte de la idea de que la mujer no es graciosa, y cuando te parás frente al público muchas veces sentís esa mirada desconfiada”, relata Faistman, que como Mellera forma parte del elenco estable de ¿Stand Listos?. “Te interpelan como diciendo: ‘¿a ver qué sos capaz de hacer?’. La mina argentina es muy histérica, y el público supone de antemano que lo vas a seducir. Cuando los espectadores ven que te salís de ese lugar, de la pose, y los hacés morir de risa te empiezan a respetar desde otro lugar, y eso está buenísimo”. Con una completa formación en danza, canto, clown y comedia, Shira no reniega de su imagen sexy y saca provecho de ella, pero desde un costado humorístico: “Cuando partís de la base de la seducción, podés irte al lado del absurdo, y creo que es mi caso. Me siento una especie de dibujo animado, y busco sorprender. Es un juego entre uno y la gente: todos nos reímos de mí. El atractivo, entonces, no pasa por el rouge ni por tu cuerpo, sino por la fiesta de la risa compartida”.
Escuchar otra entrevista a Santiago Cánepa aquí...
