“Los aparatos tecnológicos
vienen cada vez más inteligentes. Tanto, que tienen su propia ideología”.
Afirma abrumado Gastón Aguirre, un joven militante del Partido Obrero que se
llevó una sorpresa al querer escuchar su música favorita en su nuevo
reproductor.
“Yo siempre escuché de
todo. Soy de oído amplio. Pero hace algunos años me incliné por la música
cubana. Y fue una sorpresa. Porque puse Silvio Rodríguez, y no funcionó. Probé
con Milanés, pero no hubo caso. Hasta Celia Cruz, que vivía en Miami y era
ajena al régimen cayó en la volteada”.
Y así fue, aconsejado por
un vendedor, Gastón compró un aparato a pilas porque le dijeron que la batería
tenía una vida útil. A diferencia de las pilas, que pueden cambiarse.
“Y yo le creí. De hecho,
cambié las pilas, porque pensé que podía ser eso. Pero la música siguió sin
escucharse igual ¡Hasta cambié los auriculares! ¡Lo apagué y lo prendí!”
Gastón se siente estafado,
y dice que la cosa no termina ahí. Ya que sin importar la música que intente
escuchar, los tracks “6, 7 y 8”
directamente no se encuentran. Además afirma que las únicas bandas que se
escucha bien son “The Police”, “Gorilax”, y “La Ley ”.
“Encima en el lugar donde
lo compré no me lo quisieron cambiar porque dicen que ellos no se
responsabilizan por lo que piensen sus productos. Es una injusticia. Esto con
los militares no pasaba”.